Añade el azúcar y la leche en una olla, enciéndelo a fuego medio y espera a que hierva.
Cuando empiece a hervir, baja el fuego y remueve cada 2 o 3 minutos.
Cuando el líquido se reduzca bien y empiece a aparecer el color de la leche condensada, empieza a remover sin parar o empezará a pegarse y quemarse en el fondo de la sartén.
Cuando empiece a ganar consistencia, utiliza un platito dejado en el congelador durante 15 minutos o en la nevera y gotea la leche condensada sobre el platito, si lo giras y no gotea, hemos llegado al punto ideal, para hacer la prueba ya apaga el fuego para evitar que se queme mientras haces la prueba.
Ahora llévalo a una batidora y bátelo durante 15 minutos, se enfriará mientras lo bates.
Puedes hacerlo en la batidora, pero deja que se enfríe un poco antes de ponerlo en la batidora, de lo contrario puedes dañar tu equipo. Te recomendamos que lo hagas en la batidora, es la mejor opción.
Después de batir los 15 minutos, está listo, guárdalo en la nevera.