Comienza pelando los huevos cocidos.
Es importante quitarles la cáscara sin romperlos.
Luego, corta los huevos por la mitad y retira las yemas.
Coloca las claras en un recipiente mediano y añade el café.
Lo ideal es que las claras queden cubiertas y que el café esté a temperatura ambiente.
Reserva y deja en remojo durante 2 horas.
Pasado ese tiempo, coloca las yemas en un recipiente mediano.
Agrega la crema de leche fresca, el azúcar y bate muy bien con un tenedor hasta que espume.
Si prefieres, puedes usar una batidora para facilitar el proceso.
Luego, pasa la mezcla a una manga pastelera y reserva.
Ahora, retira las claras cocidas del café y sécalas bien.
Finalmente, rellena con la crema que preparamos.
¡Sírvete!