Comience quitando la piel del filete de salmón y córtelo por la mitad.
Condimenta con una pizca de sal, una pizca de pimienta negra y extiende la mantequilla, hasta formar una pasta, con el pincel.
Luego enróllalo formando un cilindro y colócalo en el congelador durante 10 minutos.
Pasado este tiempo, ata el salmón con hilo y córtalo en 6 rodajas iguales.
En una sartén grande a fuego medio-bajo, agregue la mantequilla y revuelva hasta que se derrita.
Añadimos las rodajas de salmón que hemos preparado y freímos hasta que estén doradas.
Retira de la sartén y reserva.
En la misma sartén, agrega la cebolla picada, los dientes de ajo machacados y fríelos hasta que estén dorados.
Añade las hojas de espinaca, el agua, la crema de leche, el perejil al gusto, la sal, una pizca de pimienta negra y mezcla.
Añadimos el salmón que hemos preparado y el limón cortado en rodajas.
Tapa la sartén y deja cocinar durante 5 minutos.
Sírvete.