En un bol, comienza por colocar las gelatinas de cereza y añade el agua caliente, mezcla muy bien hasta que la gelatina se disuelva. A continuación, añade el agua fría y se vuelve a mezclar.
Vierte toda la gelatina en una fuente de horno mediana y métela en la nevera, deja que se congele durante unas 2 horas.
Transcurrido este tiempo, corta la gelatina en pequeños cubos.
Con una espátula, saca los cubitos de la bandeja del horno y resérvelos.
En una batidora, añade la leche de coco, la leche, la crema de leche y la leche condensada, tapa y bate hasta que esté homogéneo.
Añade la gelatina incolora y sin sabor hidratada y vuelve a batir durante unos 2 minutos.
Una vez hecho esto, reserva.
En un molde de budín, vierte un poco de aceite y extiéndelo bien por todo el molde.
Ahora, añadimos aproximadamente ⅓ de los cubos de gelatina que hemos cortado, añadimos la mitad de la mezcla que hemos batido en la batidora, luego añadimos más ⅓ de los cubos, añadimos el resto de la mezcla y finalmente, añadimos el resto de los cubos.
Mételo en la nevera y déjalo ahí durante unas 2 horas.
Pasado este tiempo, pasa un cuchillo por los lados y desmolda.
Sírvelo.