Empieza quitando la parte central del pan, conservando los bordes.
A continuación, engrase una sartén con mantequilla sin sal y fría el borde del pan hasta que esté ligeramente dorado por ambos lados.
Toma la miga de pan y ponla en un bol, añade la leche y mezcla hasta que se disuelva bien.
Ralla el queso mozzarella y pásalo a un plato, añade las dos yemas de huevo y un huevo entero, mezcla muy bien hasta que se integren.
Pasa la mezcla con el queso al bol con la leche, mezcla bien hasta que se integre.
En un bol, pon las claras de los dos huevos y la sal, bate muy bien hasta que se convierta en nieve blanca.
Una vez hecho esto, vierte la clara de huevo en la mezcla de queso, mezcla muy bien.
Toma esta mezcla y pon dos cucharadas en el centro del pan que dejamos dorando en la sartén. Deja que se fría a fuego lento hasta que se cocine bien. Dale la vuelta y cocina también el otro lado. Una vez hecho esto, reserva.
Corta el tomate en rodajas y la cebolla en tiras.
Engrasa una sartén con mantequilla sin sal, pon las rodajas de cebolla y sazónalas con media cucharadita de sal y azúcar, saltéalas bien. Añade los tomates y deja que se salteen también.
Añade el resto de la mezcla de queso, extiéndela bien, tapa la sartén y deja que se cocine de 7 a 10 minutos.
Este tiempo puede variar según la potencia de tu horno.
Transcurrido este tiempo, saca la tortilla de la sartén y sírvela con el pan.