Empieza cortando las pechugas de pollo por la mitad y rellenando cada una con 50 g de queso mozzarella rallado.
Una vez hechas, empaniza las pechugas de pollo, rebozándolas primero con huevo batido, luego con harina de trigo, nuevamente con huevo batido y finalmente con pan rallado.
Repite este proceso con todas las pechugas.
En una sartén agrega aceite hasta cubrir el fondo.
Fría los pollos en aceite caliente hasta que estén dorados y deja escurrir el exceso de aceite sobre toallas de papel.
En un refractario coloca la salsa de tomate, agrega las pechugas de pollo encima, agrega 2 cucharadas de salsa de tomate encima de cada pollo y unta.
Sonia hace 7 meses
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