Cuece la pasta, escurre el agua y resérvala.
En una olla, saltea la cebolla y el ajo, añade la calabresa y rehoga todo junto, no dejes de remover para que la cebolla y el ajo no se quemen. Añade la salsa de tomate y 100 ml de agua, mézclalo y déjalo cocer durante 2 minutos. Añade cebolleta al gusto.
Mezcla la pasta con la salsa y sirve.