Empieza forrando el fondo de un molde desmontable con los bizcochos de soletilla y reserva.
En una olla grande, añade las yemas, el azúcar, el almidón de maíz, la leche y la esencia de vainilla.
Enciende el fuego a potencia media-baja y mezcla hasta que espese ligeramente.
Pasa la mezcla a un bol grande, añade el queso crema, el coco rallado y bate muy bien.
Luego, vierte la crema en el molde con los bizcochos y distribuye uniformemente.
Lleva a la nevera y deja enfriar durante 30 minutos.
Mientras tanto, en un mixer, añade los bombones Raffaello, la leche condensada y la mantequilla derretida. Bate muy bien.
Vierte esta mezcla sobre el postre y distribúyela.
Cubre con otros 150 g de bizcochos de soletilla y refrigera durante 3 horas.
Después de ese tiempo, decora el postre con chocolate blanco y bombones Raffaello al gusto.
¡Sírvete y disfrútalo!