Corta el brócoli en trozos más pequeños y colócalos en un bol. Sazona con 1 cucharadita de sal, pimienta negra, aceite o aceite de oliva y mezcla muy bien, para que el condimento se incorpore al brócoli.
Corta las pechugas de pollo en dados pequeños, pásalas a un bol y sazónalas con 1 cucharadita de sal, pimienta negra, orégano, aceite o aceite de oliva.
Coloca el pollo en una fuente de horno más grande, extendiéndolo bien en el fondo, añade el brócoli encima del pollo y resérvalo.
En una sartén, pon la mantequilla y deja que se derrita. Añade poco a poco la harina y mézclala hasta que se convierta en una masa.
Añade la leche poco a poco hasta que se disuelva, añade la sal y vuelve a mezclar bien durante unos 2 minutos. Pasa este líquido a la fuente de horno, viértelo sobre todo el brócoli, extendiéndolo bien.
Coloca una toalla de papel sobre la fuente de horno, y luego coloca una envoltura de papel de aluminio sobre todo. Llévalo al horno precalentado a 200 grados y hornea durante 35 minutos.
Retira el papel, pon el queso encima y vuelve a meterlo en el horno durante 20 minutos.
Sirve.