Comienza cortando el repollo, picado finamente. Si lo prefieres, puedes rallarlo.
Ponlo en un bol y sazónalo con sal, mézclalo bien.
Pasa la mitad del repollo a una fuente de horno y extiéndela bien.
En otro recipiente, pon la carne picada, sazónala con pimienta negra, sal y orégano. Ralla la zanahoria y añádela al bol, corta la cebolla en daditos y añádela también al bol, mézclalo bien con las manos.
Añade la crema de leche y vuelve a mezclar hasta que sea homogénea.
Pasa toda esta carne al refractario con el repollo, extiéndelo bien.
Reparte el resto del repollo por encima de la carne.
Corta los tomates en rodajas y repártelos sobre repollo.
Unta los tomates con un poco de crema y cúbrelos con papel de aluminio.
Introduce en el horno precalentado a 180 grados y hornea de 40 a 60 minutos.
El tiempo puede variar según la potencia de tu horno.
Sírvete.