Retira toda la piel de 500 gramos de patatas y lávalas bien, córtalas en trozos más pequeños y resérvalas en un bol con agua.
Coloca el agua en una olla a fuego medio, añade las patatas y cuécelas durante unos 20 o 25 minutos.
Coloca las patatas en un bol y aplástalas bien con un tenedor hasta que queden hechas puré.
Añade una pizca de pimienta negra, orégano, perejil picado al gusto, el queso rallado, el almidón de maíz y finalmente la sal.
Mezcla muy bien hasta que se convierta en una masa.
Si después la masa sigue siendo pegajosa en la mano, añada dos cucharadas más de almidón.
Coge un trozo de masa y moldéalo en forma de pajita.
Repite este proceso hasta terminar la masa.
Aparta a un lado.
En una fuente de horno, engrásala con un poco de aceite o añade un poco de papel de hornear.
Coloca todas las pajas de patata dentro de la bandeja de hornear y úntalas con un poco de aceite, para que no se sequen, mientras se hornean.
Lleva al horno precalentado a 180 grados y hornea de 30 a 40 minutos.
Sirve.
Luciana hace un año
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