En una licuadora, coloca la leche de coco, la leche de polvo, la leche líquida y la leche condensada.
Añade las gelatinas sin sabor ya hidratadas y vuelve a batir.
Engrasa un molde con un poco de aceite y vierte el contenido en él. Refrigera de 4 a 6 horas.
Coloca el agua en una cacerola, hiérvela y apaga el fuego. Disuelve bien la gelatina en el agua.
Despega completamente el contenido de las paredes del molde y añade la gelatina por los lados, hasta que el relleno flote en el molde.
Pon en la nevera de 2 a 3 horas.