En la batidora, pon los huevos y el azúcar y bate hasta que se vea más claro, añade el aceite y vuelve a batir, añade la leche poco a poco, reduce la velocidad y añade la harina poco a poco también. Apaga la batidora, añade la levadura y mezcla.
Engrasa un molde con mantequilla y harina, vierte la masa y cuécela en el horno precalentado a 180 grados durante 50 minutos (haz la prueba del palillo).
Coloca la piña en un bol, añade la mitad de la crema belga (receta disponible aquí en el sitio), mézclalos bien.
Divide la masa por la mitad, moja la masa con una mezcla de leche condensada 50ml + leche 200ml, pon la mitad, pon todo el relleno, pon la otra mitad de masa, haz agujeros con un tenedor y vuelve a mojar.
Cubre con una bolsa de plástico y refrigera durante al menos 4 horas.
Cubre el pastel con el resto de la crema belga.