Empieza cortando el repollo en 6 rodajas de 2 dedos de grosor cada una.
Colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear o papel antiadherente, sazona las rodajas de repollo con una pizca de sal en cada una y resérvalas.
Toma los filetes de pollo y córtalos por la mitad, resultando 6 piezas.
Cúbrelos con papel film y golpéalos con un martillo, para que se ablanden un poco, condimenta con una pizca de sal, pimienta negra y pimentón dulce, encima de cada filete.
Pasa la mano por encima de cada filete, asegurándote de que el condimento se incorpora bien al pollo. Déjalo a un lado.
Toma el repollo y extiende una cucharada de crema sobre cada rebanada.
A continuación, toma los filetes de pollo y coloca uno encima de cada rebanada de col.
Ahora, en un bol, pon la mitad de una caja de crema de leche y la mostaza, mezcla bien hasta que quede homogéneo.
Unta la salsa sobre cada filete de pollo, luego corta los tomates en rodajas y coloca dos rodajas de tomate sobre cada uno.
Cubre la fuente de horno con papel de aluminio y métela en el horno precalentado a 200 grados y hornea de 30 a 40 minutos. Este tiempo puede variar según la potencia de su horno.
Retira el papel de aluminio y extiende el queso mozzarella rallado sobre cada una de ellas.
Vuelve a meterlo en el horno precalentado a 200 grados y déjalo hasta que el queso se derrita.
Sírvete.