En una batidora, coloca la leche condensada, reserva 50 gramos para el final, los huevos, la leche, la sal, la harina, el azúcar, la crema de leche y la mantequilla, bate todo esto muy bien hasta que esté completamente homogeneizado.
Engrasa un molde, el nuestro era de 22 cm, con mantequilla y vierte toda la mezcla del pastel en su interior.
Hornea en un horno precalentado a 200 grados durante 60 minutos, el tiempo puede variar según el horno.
Desmolda, reparte los 50 g de leche condensada reservados al principio y espolvorea el coco rallado por encima, es totalmente a tu gusto, si no lo quieres, no tienes que ponerlo.
Sirve.